«Barras Bravas», de Juan Carlos Quezadas

Lo único que Juan Pablo aprendió en la escuela fue un poema. En cambio, lo más importante de la vida lo aprendió en el ritual del Kaoz, la barra del América a la que llegó siendo un morrito. Aquí su propia voz recuerda las peligrosas andanzas a las que lo lleva su vínculo apasionado con el futbol y su lugar como líder de una barra brava.